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AMANECERÁ OTRO DÍA es mi primer recopilatorio de relatos. En primera instancia fue publicado por la editorial Playa de Ákaba y ahora llega de la mano del sello de nueva creación Rubric, aunque se ha mantenido todo el formato del libro, incluida la portada. Como sabéis está prologado con mucho acierto a mi entender por Luisa Gil, gran escritora y amiga . Os dejo el prólogo, para que vayáis haciendo boca

Lector, te dispones a saborear veintitrés relatos bien emplatados, sugerentes a la vista y al olfato, pero que tendrás que ir saboreando despacio, de uno en uno, deleitándote con los excelentes matices de yerbas aromáticas, de dulce mazapán, de agrio vinagre de Jerez, de envolvente trufa y, cuando menos te lo esperes, te encontrarás desgarrando con tus caninos una carne cruda difícil de tragar que te llevará a la náusea. 
Avelina te irá presentando sabores tiernos, sabores empalagosos, texturas vomitivas para terminar con digestivos que recuperarán tu estómago y así poder seguir deleitándote hasta saciarte de buena literatura.
 
«La necesidad de interesarse por todo lo humano para poder ejercer de forma óptima su profesión; la afluencia de jóvenes con vocación literaria a las aulas de medicina por presiones familiares o motivos económicos, sí, pero también atraídos por el afán de penetrar las verdades más profundas de la vida o por la romántica imagen del médico entregado al prójimo; el contacto íntimo y constante con el ser humano en su más absoluta desnudez y con las experiencias vitales más intensas; el imperativo vital de evasión reparadora, catártica o trascendental ante una vida cuajada de dolor y desesperación: todas ellas son razones de peso capaces de explicar, por separado y más aun conjuntamente, la abundancia de médicos que han cultivado la creación literaria desde la Antigüedad clásica hasta la actualidad» dice Fernando A. Navarro en su Médicos escritores y escritores médicos en Ars Medica. Revista de Humanidades 2004; 1:31-44.
            ¿Es la doctora o es la escritora quien coge el bisturí y analiza el alma? Indudablemente son ambas escribiendo a cuatro manos sobre un único teclado siguiendo la sintonía que interpreta una aguda autora que se llama Avelina Chinchilla.
Y en cada relato se muerden las entrañas de una personalidad diseccionada con la profesionalidad de un certero forense que sabe dónde buscar la herida, el mal o el corazón que dirigió una existencia. ¿Qué pensamientos, qué conjuros llevan a una persona a suicidarse? ¿Qué sentiré cuando mis canas y mis achaques me hagan ser un estorbo a los demás y haya perdido a quienes tanto quise? ¿Cómo se me presentará ese último suspiro que acabe con mi respiración y mi pensamiento?
            «Las heridas del alma duelen más» pone Avelina en boca de un superviviente Federico García Lorca cuando relata cómo la vida nos patea sin consideración y termina con la muerte siempre en soledad.
            Así es la vida.
Avelina te hará subir a trenes en los que nace una vida, trenes que ayudarán a huir del pasado, trenes que acercan a la esperanza de una nueva vida y trenes que fatalmente acabarán con una vida. El tren como representación de la vida, estaciones que cobijan vidas desgarradas de mendigos que lo han perdido todo y cuyos vagones han hecho de cuna improvisada al niño que fue separado del vientre de su madre por un sucio cordón de zapatos.
            Avelina te ofrece el billete para ese tren, ese tren que nos lleva a realizar un recorrido por todas las plagas de la sociedad: la anorexia, la traición, la avaricia, el desamor, los monstruos que llevamos dentro y que ocultamos hasta que es demasiado tarde. Y no escatima un guiño de humor cuando trae en un cuatro latas a un Don Quijote que ve zombis en los aerogeneradores que pueblan los campos manchegos. También se percibe su espíritu solidario entre líneas en sus relatos cuando deja un resquicio de esperanza mostrando a un refugiado que consigue su sueño al llegar al ansiado Berlín o impide que Anna Karenina se tiré a las vías del tren, liberándose de las ataduras de la sociedad, o permite a los amantes distanciados reinventarse tras sentir con los ojos cerrados el cañón de una pistola en la frente que no llega a detonar…
 
Lector, cuando viajes en este tren y vayas pasando de un vagón a otro irás encontrando en cada uno un espacio de nuestra sociedad, con su riqueza, su variedad y su miseria. Atrévete a disfrutar y a diseccionar tú mismo, guiado por la mano de Avelina, todos los barrios y esperpentos que compartimos este mundo simultáneamente, tan distantes, tan iguales, tan separados en el espacio y en el tiempo. Espero que disfrutes del viaje y aprecies mucho más la estación de la que partiste al iniciarlo y te queden ganas de visitar muchas más estaciones de países y paisajes remotos, muchas más personas con sus miedos y sus pasiones.  

El libro consta de veintitrés relatos que abarcan desde que empecé a escribir, allá por el comienzo de este siglo XXI, hasta la actualidad. Algunos de los relatos  están todavía inéditos, mientras que otros ya los he publicado con anterioridad en este blog o en alguna página literaria. 
Las temáticas que trato  son muy variada. Algunos de los protagonistas con los que vais a encontraros son: Samir, el joven sirio al que su afición por la música le salva la vida; Rod, el cantante de rock que camina por el filo de la navaja; la joven que teme perder su empleo; el hombre que antepone la tradición al amor paterno; la mujer maltratada que intenta rehacer su vida; una Anna Karenina en rebeldía contra su destino; Virginia la esposa y madre que se considera demasiado joven para morir; dos hombres de negocios, que lo han dado por la empresa y que al sentirse acorralados resuelven el conflicto cada uno a su manera; la joven científica en busca de oportunidades; Teresa, la muchacha anoréxica; Luis, el psicópata misógino; la anciana demente que hace la vida imposible a su hija; un Lorca ya anciano superviviente de su asesinato.

prólogo de Y amanecerá otro día, Luisa Gil 2017

Reseñas

Se trata de una escritora de raza, apasionada y entregada con todo aquello que le colma el corazón. Tuve el gozo de conocerla en la presentación de una antología en la que ambos participamos con nuestros relatos, editada por la editorial Playa de Ákaba. Ella es la valenciana Avelina Chinchilla, médica, narradora y poeta.

Quiero que la conozcáis a través de su libro Y amanecerá otro día, su primera colección de relatos publicada, porque —en mi opinión–  es a través de los relatos como mejor se puede llegar a conocer y valorar a un narrador. Y Avelina es narradora, no lo dudéis, de las buenas, de las que te dejan sin aliento cuando terminas de leer cada una de sus historias, anclado a la silla y sin ánimo de moverte, porque te deja reflexionando sobre lo leído, y lo relacionas con la vida, con la muerte, con trenes que llegan a su última estación y con otros que nunca llegan; en muchas ocasiones hace que te identifiques con sus personajes, porque son reales, muy reales, ella los crea así.

La lectura de Y amanecerá otro día fue intensa, porque cada final de relato me incitaba a comenzar el siguiente sin descanso, por las reflexiones de las que antes os hablé, por las lágrimas que a veces derramé, y por las sonrisas cómplices que me despertó, por supuesto; pero, sobre todo, por la intensidad con la que están escritos, por la pasión desplegada en cada uno de ellos, por la experiencia vital transmitida, por un sinfín de sentimientos que Avelina ha esparcido en cada una de sus páginas… Son la vida misma, os lo puedo garantizar.

El lenguaje que utiliza nuestra autora es sencillo y elegante, sin alharacas ni estridencias. Su voz llega a todo aquél que esté dispuesto a leerla, porque la entenderá con facilidad y se quedará prendado de su estilo armonioso y pulcro, de su ritmo acompasado a los latidos del corazón; sí, de tu corazón, querido lector, cuyos latidos se amoldarán al ritmo que Avelina ha imprimido en cada una de sus narraciones.

Los personajes de nuestra querida autora se mueven por escenarios tan bien retratados que solo hemos de cerrar los párpados para contemplarlos con los ojos de nuestra mente. Sus descripciones van más allá, dibujadas con sutil maestría por los pinceles de sus palabras. Y esos personajes se mueven por ellos porque están vivos, porque Avelina les ha dotado de vitalidad y de vida, de penas y alegrías por las que luchan y lloran, por las que ríen, por las que matan y por las que perdonan.

La temática de sus veintitrés historias es variada, como variada es la vida misma, y la propia muerte: personajes que desean quitarse la vida, y lo hacen; el paso inevitable del tiempo, que nos hace replantearnos nuestra propia existencia; la inmortalidad como anhelo del ser humano, sin ser conscientes de que sería una auténtica aberración; la anorexia, el amor, el desamor, la avaricia, la envidia, la hipocresía… Avelina nos muestra, de manera magistral, todo lo bueno de la vida, lo que nos hace ser hijos de la felicidad; pero también nos expone la maldad y la perversión de la que se impregna nuestra sociedad, sin exageraciones, porque, en muchas ocasiones, la realidad supera a la ficción.

Animaos y leed esta obra de arte de la narración breve, donde hallaréis emociones que removerán vuestros sentimientos, donde os identificaréis con alguno de sus personajes, quedando sorprendidos por ello; reflexionando sobre cómo vivir mañana, las próximas horas, los próximos minutos… Aportando al mundo algo más que vileza y barbarie, para que todos lleguemos a ser un poco mejores… Sin necesidad de que nos detengamos a mirar atrás, porque,eso, el pasado, ya es inevitable…

enrique eloy de nicolás, horizonte de Letras,

Es un honor para mí poder reseñar una obra suya, ya que nos conocemos desde nuestra colaboración en La isla del escritor, y más adelante en la antología Refugiados, en Playa de Ákaba, editorial en la que edita este …Y amanecerá otro día que hoy tengo en mis manos.

En sus ciento treinta páginas, Avelina nos muestra relatos breves y microrrelatos llenos de garra y de sentimiento. No hay lugar para la autocomplacencia o para el deleite en la descripción. Avelina es directa, cruda y dura, y consigue hacer suyo un estilo que, además de característico, es muy vistoso. Mientras que en otras ocasiones sí he criticado la ausencia de descripciones largas (no me malinterpretéis, Avelina también tiene espacio para ellas), en estos relatos ha eliminado gran parte de lo superfluo para ir al grano, y debemos decir que nos encanta.

No hay una temática concreta, ya que son relatos muy dispares. Algo que se debe señalar es que sí versan en torno a la madurez, el final de la vida o la muerte, ya que Avelina trabaja en el sector sanitario, y es algo que, de una u otra manera, se nota en sus relatos: desde una enferma terminal de cáncer hasta una persona con paraplejia. Pero hay otros temas que le preocupan en demasía, como el mundo musulmán, en la figura de un violinista sirio que se ve abocado a ser refugiado, o el de una mujer que es asesinada por su padre al no querer vivir de forma tradicional.

Si bien no todos los relatos son originales, y muchos de ellos los hemos podido disfrutar en varias de las antologías de la editorial, sí es cierto que todos ellos han sido revisados para esta edición, para ofrecer una nueva versión de algunas de esas historias que ya nos sorprendieron en su momento: músicos en completa decadencia, mujeres maltratadas que buscan salir adelante, dueños de empresa que sufren la compra de sus proyectos… la fuerza de sus argumentos hablan por sí solos, pero es la cercanía de todos ellos los que ponen en valor la importancia de esta antología.

Tenemos ante nosotros una antología que se lee en dos tardes, que no se hace pesada y que nos permite conocer las inquietudes de la autora. Una lectura ligera para lo que queda de verano y que es adictiva. Contra la inercia recomienda su lectura y os animo a compartir vuestras impresiones. ¿Cual es vuestro relato favorito?

Rubén Almarza gonzález, contra la inercia

Hoy os traigo la reseña de este libro de relatos. Antes que nada darle las gracias a su autora, Avelina Chinchila Rodríguez por su infinita paciencia y por su confianza en mí a la hora de valorar su libros de relatos. Yo ya la conocí por ser coautora con ella y más autores en una de las antologías de Playa de Ákaba, que también edita este libro. Os puedo asegurar que la lectura de este libro no os dejará indiferentes.

Avelina nos trae en esta ocasión una complilación de relatos que nos muestran sus inquietudes con un estilo muy característico. Algunos de ellos han salido ya en antologías y otros son totalmente nuevos…

Opinión:
En este libro de relatos aunque hay temas variados, pues los encontraréis inquietantes como «La pluma» (el cual ya compartí como adelanto a esta reseña); en «Tal vez, nada más que un impostor» hay un guiño a Lorca que me ha divertido mucho; «Teresa» deja huella por la gran maestría a la hora de reflejar a nuestra sociedad, que como en este relato, se muestra totalmente enferma…

Otros tratan sobre la última etapa de la vida de distintas maneras, pues como Avelina trabaja en el sector de la sanidad, ve muchos casos similares que traslada a sus relatos con mucha comprensión y empatía; eso sí, sin rodeos, va directa al meollo con total sinceridad y lo más importante, humanidad…Dentro de estos quiero hacer una mención especial al relato «Tal vez sí, tal vez no», pues me llegó al corazón, más en estos momentos.  En relatos como este Avelina nos muestra que la literatura también puede ser un gran consuelo…

El ritmo de los relatos es muy ameno, se lee con mucha facilidad. Eso sí, quizá me hubiera gustado una breve explicación de cómo surge cada relato, pero yo es que soy muy curiosa y siempre pregunto todo, esto se lo pediría a todos los autores…

Es una lectura totalmente recomendable, perfecta para una tarde relajada, me ha encantado leerlo. Avelina es muy buena autora y merece ser mucho más leída. Yo le deseo todo el éxito del mundo y espero que esta reseña os sirva a los lectores para que os animéis a descubrirla.

Autora:(información extraída  de www.playadeakaba.com)
Avelina Chinchillanació en Valencia el 17 de octubre de 1958, aunque reside en Sant Joant d’Alacant. Médica de profesión, ejerce en el sistema público de salud. Siempre ha sido una ávida lectora y hace unos años se atrevió con la pluma y comenzó a escribir poemas y relatos cortos. De manera individual ha publicado dos poemarios: El Jardín Secreto y Paisajes propios y extraños y una novela, La luna en agosto.Ha participado en diversas antologías de relato breve y poemas. En los últimos meses colabora de manera asidua en las antologías de Playa de Ákaba.

Sonia Yáñez calvo, Libros de Ulises.

Títulos de los relatos

  1. El ansiado Berlín
  2. Despedida
  3. Pánico en la oficina
  4. Crimen de honor
  5. Desde el mismo andén
  6. Cautiva
  7. Anna Karenina: reescribiendo la historia en clave feminista
  8. Al fin libre
  9. Rojo sangre en el Saint James
  10. Marilyn
  11. La pluma
  12. Teresa
  13. Tal vez sí, tal vez no
  14. La cara oculta
  15. El symposium
  16. ¡¡¡Por tu madre!!!
  17. Doble arrepentimiento
  18. La hora de la verdad
  19. Zombis uno, don Quijote cero
  20. Rosabella
  21. La luna lleva un polisón de nardos
  22. Última estación
  23. Tal vez, nada más que un impostor



Presentación Librería Primado

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