El pasado viernes 27 de noviembre se cumplieron 22 años desde que Gloria Fuertes, esa gran poeta de verso en pecho, no dejó. Aquí va mi sentido homenaje con este poema titulado Ninguna playa.

En el árbol de mi pecho

hay un pájaro encarnado

que agoniza de olvido.

En mis manos enjutas

una flor marchita

y en mi pupila,

prendida, una lágrima.

Hoy, vestida de invierno

lanzo mi última música

para invocar aquella primavera

que pasó de largo

en busca de más fértiles riberas.

Supervivo a todos los naufragios

mas vivo a la deriva:

isla ignorada

en el centro de un mar

que no me entiende.

No ansío ya ninguna playa.

Ya escribí mi última página.

Soy más vieja que mis años, que

el dolor envejece más que el tiempo.

No lloréis por mí:

cuando muere un poeta

no pasa nada…

Nota: las partes en cursiva son citas literales o versos de Gloria Fuertes