La llama de la soledad es mi última novela ambientada en València en época actual.
Sinopsis
Sandra Rojas es una joven escritora que intenta labrarse un nombre en esa difícil profesión. Sin embargo, su infancia y adolescencia han estado marcadas por dos tragedias que no ha podido superar pese a los años transcurridos, a lo que se añade su poca suerte en las relaciones de pareja. Su profunda insatisfacción la llevará a buscar la paz que tanto ansía en un nuevo amor, Ricky, un influyente concejal bastante mayor que ella. Todo apunta a que bajo el paraguas protector de Ricky la vida por fin le sonreirá. Pero de nuevo, las cosas no irán tan bien como Sandra desearía. Por el contrario, ante ella no dejarán de abrirse nuevos conflictos. Como trasfondo, el discurrir de València, una ciudad todavía herida por el accidente de metro de 2006, y la crisis de los refugiados sirios.
Mi última novela.
Reseñas
Sonrielibreando
JC servicios lingüísticos
Chinchilla nos ofrece ante todo una novela psicológica, que explora los conflictos internos de Sandra y su evolución a lo largo de los años. Y, en este sentido, aunque en el presente de la narración la protagonista haya superado la edad propia del género, es también una novela de formación. De ahí en parte el papel preeminente que ocupa la relación madre-hija, un tema casi completamente ausente en la literatura masculina y que tiene capital importancia en el bildungsroman femenino. Se trata, además, de una novela feminista, que denuncia, entre otras cosas, los efectos perniciosos de los cánones de belleza imperantes, los cuales conducen a trastornos como la anorexia, y del mito del amor romántico («Quería ofrecerle [a Ricky] esa clase atenciones que se supone que una mujer enamorada tiene hacia su pareja» [136; el subrayado es mío]), el cual conduce a la sumisión y la dependencia ―emocional y económica―, y puede tener consecuencias aún más graves que el daño físico y/o psicológico.
Jacqueline cruz
Asombroso tránsito
La novela La llama de la soledad, editada por Rubric (2021) es una historia de superación de traumas pasados. Nos habla de la necesidad de reconciliarnos con nosotros mismos además de con la familia y con el entorno más cercano, después de un ejercicio de introspección, de búsqueda interior de los errores cometidos que han ido dejando heridas (“Me sentía vacía por dentro”, página 33) y que han abocado a moldear una personalidad difícil y la forma en que todo este peso con el que carga hace que perciba la existencia.
“Sabes que yo me hice escritora por Carmen, quiero decir por Carmen Martín Gaite” (p. 163) Y como Carmen, Avelina escribe con un estilo cercano de corte realista en una prosa sencilla y precisa, donde existen saltos temporales, flash-backs, hacia el pasado. Asimismo, en esta obra es clave el uso que hace con gran acierto del monólogo interior para hacer disgresiones. La escritora Sandra Rojas, protagonista de La llama de la soledad, habla con su madre, que está ingresada en la UCI, entablando un supuesto diálogo que no es sino la conversación que le hubiera gustado mantener con ella en la que se sincera consigo misma, confrontando así todas las dudas e incertidumbres que tiene con respecto a su vida.
Lola Alemany